viernes, 21 de enero de 2022

Contemplación

 No hay práctica que otorgue el mérito de la gracia, no existe estudio ni disciplina transmisible que conduzca a la iluminación. 


Las ilusiones del ego se engrandecen con los caminos trazados por grandes nombres y solo te demoran en el dualismo buscador-lo buscado.


El modo indicado de gozar de la cercanía de una mariposa no es perseguirla, sino permanecer quieto hasta que ella se posa sobre tu mano.


El colibrí besa la mejilla de quien está en perfecta quietud y desvía de su corazón toda zozobra.


Simplemente sentarse y no hacer, en total entrega y con el espíritu orientado hacia la participación con la suprema divinidad.


Sumirse en la atenta observación de lo que circunda, que no es más que el disfraz que usa Dios para deambular por el mundo.


Cortar lazos con el pasado y el futuro sin ir con los pensamientos más allá de la situación.


Hasta que los hilos se muestran,

Hasta que la verdad se revela.

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