domingo, 16 de enero de 2022

Dejarse guiar por los niños y animales

 


La iluminación está lejísimos del que la busca. Mucho más del que la persigue mediante prácticas y ansiedades propias de un ambicioso que va detrás del éxito y la riqueza.


La bondad está lejos del que se pone a practicarla, y la sencillez se retira inmediatamente de quien la ejerce.


Mejor dedicarse simplemente a ser quien se es, observarse humilde y honestamente y rectificar si es necesario. 


Todo lo artificioso es ajeno al camino. La exageración es contraria a la Gran Vía.

El esfuerzo es una gran mentira y la virtud una medalla que sobra.


Dejarse llevar por los niños y los animales. Ellos son baqueanos de los senderos correctos.

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