jueves, 29 de diciembre de 2022

El combate


 


¿Cuántas veces hemos librado ya este combate?

¿Cuántas veces habremos de realizar la masacre de parientes, ancestros, tradiciones, la oxidada moral que nos moldeó, oh, sublime Antiguo Universal?


Suenan ya las trompetas, una vez más, llamando a la carnicería.

El Gran Hacedor-Destructor trona en la Consciencia para conducirla al siguiente escalón.


“¡No cedas a la cobardía, oh guerrero! No es propio de ti. ¡Sacude ese despreciable temor y levántate! Oh, alma que viaja, sin morada dónde descansar, ¡Realiza la atroz matanza sin temor, mira en sus ojos cómo te desprecian y cómo odian tu camino que los denuncia a cada paso!


El ejército en cual te alistaste, está frente al de ellos. No hay ya tiempo de renunciar a la acción.


Pasado el fragor de la guerra, luego mira el horror, la sangre, los miembros cercenados, los templos derrumbados, los dioses muertos, las escuelas quemadas, los viejos libros incendiados y los maestros asesinados.


¿No sientes una insondable paz ahora? Observa adentro, hay un silencio como jamás experimentaste. Y en tu interior también están los restos del combate fatal.

Es ahí donde fue librada la guerra, creyendo que combatías afuera, en los campos.


¡Mira! Ahí están todos ellos renacidos, tu conflagración terminó.

Y eso, mi querido amigo, hace revivir afuera a todo y a todos, con una nueva mirada, como flores que nacen tras el devastador paso de los ejércitos."

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