jueves, 29 de diciembre de 2022

Matar a los padres, morir para los hijos

 



No importa la edad que tengas, seguir buscando la aprobación de Papá,

La aceptación de mamá

Son calabozos de los que es preciso fugarse cuanto antes.

No existe libertad posible sino. Las sombras de esas mazmorras se proyectarán sobre cualquiera de nuestros vínculos cercanos. 

¿Y quién será capaz de amarnos tanto para soportar semejante exigencia?


La confianza en uno mismo es auténtica maduración.

La confianza es poder personal para actuar en el mundo.


Suspender la incredulidad y compañar el flujo de la vida sin retenerlo ni demorarlo con nuestras caprichosas ideas de cómo deberían ser las cosas.


Comprendiendo profundamente esto, la más alta ofrenda que podemos darle a nuestros hijos es una total seguridad en sí mismos y nuestro acompañamiento absoluto y sin condiciones aún sin que entendamos o compartamos nada de lo que hagan o digan.


Liquidar impiadosamente a nuestros padres fue la llave de nuestra liberación. 

Ofrecer la yugular a nuestros hijos para que nos degüellen cuando así lo sientan es ayudarlos a desplegar sus alas.


De todas, no imagino otra práctica más elevada en la que enfocar mi voluntad interior.


.

.

.

No hay comentarios:

Publicar un comentario