jueves, 29 de diciembre de 2022

Virtudes

 Prácticamente ninguna de las virtudes de las que te jactas y sobre las que sostenes tu vivir es tuya de derecho propio.


Como afirmó el anarquista Proudhon: “toda propiedad es un robo”. Y agregaría yo, incluso el usufructo de lo que consideras tu propia virtud.


No sos hermosa ni hermoso por mérito personal.

No hiciste nada por tu inteligencia.

¿Qué has hecho por tu fuerza,

Por tu habilidad para los negocios,

Por tu extraordinaria creatividad artística, deportiva,

Por tu coraje,

por tu carácter humorístico,

O por esa capacidad inagotable de agachar la cabeza y aguantar cualquier indignidad, eso que se llama “cultura del trabajo”?


Ni qué hablar de herencias de tierras, dinero  y esas cuestiones, de las que algunos se consideran meritorios….


El mundo social funciona en base a esta usurpación, y cada cual se arroga la que le tocó en suerte como ancho de espadas en este gran juego de Truco.


Hay otras virtudes a cultivar, suave y serenamente, como se cuida un pequeño jardín. Aunque no estoy seguro de esto.

Pero no sirven para sentarse a la mesa de este salvaje divertimento.


Esas virtudes tal vez sí sean cumbres a conquistar, pero nadie que lo logre siente ya la necesidad de exponer al público esas medallas.

Son para el silencio, el oculto servicio, para el regocijo interior, pero nunca para la gigantesca y ruidosa Feria de la Salada en que se ha convertido el mundo.

Pero tampoco estoy seguro de esto...

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