Ser hospitalario con el Viajero es el primer paso para empezar a conocerse.
El Viajero lleva el mensaje de quién soy yo y de cuál es mi camino correcto. Lo trae desde eones y distancias siderales. Él sabe el secreto y tiene el martillo y el cortafierro para demoler toda ignorancia.
Está adentro de nuestra habitación más íntima.
Ponerse en su presencia, estar a su servicio con una atención delirante que descarta y pone en segundo plano cualquier otra cosa.
El Viajero en sus noches de ebriedad susurra verdades a los oídos más duros.
¡No lo eches a la calle! Por el contrario, ¡sírvele más vino!
En su bolso está guardada tu esencia más secreta.
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