jueves, 29 de diciembre de 2022

El encuentro con la verdad


 


El encuentro con la verdad puede ser totalmente desestabilizador.

Verse honestamente es un instante demasiado duro. Si no es duro, no te has visto aún.


Hay caminos floridos y sauhumados en los que parece que hacemos el trabajo interior, pero no hacemos nada.


De nada sirve la suavecita ñoñería namasteroide si la rabia inconsciente corroe tus entrañas.

De nada sirven los ritos y ofrendas mirando al Cielo o a la Madre si mi hermano tiene quejas contra mí,

Si ignoro a mi hijo,

Si no logro acercarme a mi padre,

Si toda mi oscuridad postergada es escupida a raudales sobre quien me acompaña.


El Cielo y la Tierra se unifican en la conducta que observo hacia los demás,

No en como me visto,

No en lo que como,

No en como hablo,

No en donde vivo,

No en qué canto.


El Cielo y la Tierra se revelan en mi propio descubrimiento,

En cómo me acecho a mí mismo,

En cómo transmuto dolor en amor,

Exigencia en olvido,

Enojo en servicio,

Abandono en presencia,

Ficción por autenticidad radical,

Cálculo por espontaneidad,

Culpa por libertad de gozar de la vida,

Esfuerzo sin sentido por Disciplina con sentido,

Pereza y autocompasión por desarrollo de una inquebrantable voluntad interior.


Verse salvaje y crudamente,

Ver a los demás.

Eso es todo,

Y no hace falta un disfraz.

.

.

.

No hay comentarios:

Publicar un comentario